4 obstáculos (falsos) a la digitalización en la industria del envasado
Llevar a buen puerto un proyecto de envasado a medida puede ser una experiencia larga y tediosa tanto para el comprador como para el proveedor.
El mercado ha evolucionado y los fabricantes se encuentran ahora con muchas más solicitudes de presupuesto que antes : donde antes tenían que presupuestar 10.000 piezas, ahora tienen que presupuestar 10.000 piezas.
En este contexto, los operadores de divisas se retrasan inevitablemente y los clientes tienen que esperar una media de 48 horas antes de recibir la cotización. Cada vez que hay un cambio (y suele haber varios), se elabora una nueva cotización y el cliente tiene que esperar otros 2, 3 o 4 días. No es raro que transcurran varias semanas entre la emisión del presupuesto, fines de semana y festivos, y la validación de una prueba.
Es una situación delicada para ambas partes:
- El fabricante dedica tiempo a elaborar varios presupuestos para el cliente, sin ninguna garantía de que acabe trabajando con él. Algunos fabricantes acaban incluso con más del 90% de sus presupuestos sin convertirse en pedidos.
- Los clientes suelen tener prisa y no entienden el motivo de unos plazos de entrega tan largos.
Para simplificar todo el proceso, ahora existen programas informáticos como HIPE, que ofrecen a los clientes un configurador de envases en línea. De este modo, los clientes pueden crear su propio presupuesto y obtener un precio al instante. Con una herramienta como esta, los fabricantes pueden diferenciarse ofreciendo tiempos de espera mucho más cortos que la media, al tiempo que proporcionan a sus clientes una experiencia de compra extraordinaria.
Nuestra industria está llena de nuevas tecnologías diseñadas para mejorar el rendimiento empresarial. Sin embargo, el mercado del envasado sigue siendo muy reticente a todos estos avances.
Pero, ¿acaso la mayoría de los obstáculos a la transformación digital no son más mentales que fácticos?
Antes de responder a estas preguntas, es importante definir el término"digitalización" (= transformación digital), que a menudo se malinterpreta: la digitalización es un proceso que pretende transformar procesos, objetos, herramientas o profesiones tradicionales utilizando tecnologías digitales para hacerlos más eficientes.
No se trata sólo de introducir nuevas tecnologías para encajarlas en los procesos existentes. Se trata, sobre todo, de cuestionar la dinámica a la luz de las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías.
Miedo al cambio
"Toda innovación pasa por tres etapas: primero se ridiculiza, luego se le opone violentamente y finalmente se considera que siempre ha sido obvia ", decía Schopenhauer.
Es bien sabido que todo lo nuevo provoca rechazo. En cuanto algo nuevo trastorna nuestros hábitos y nos saca de nuestra zona de confort, nos cuesta aceptarlo.
Cuando se introdujeron por primera vez los ordenadores de sobremesa en los años 70, muchos empleados eran reacios a sustituir sus herramientas de trabajo por este nuevo dispositivo, que se consideraba demasiado complicado y poco práctico. 50 años después, está claro que los empleados han entrado en razón, ya que ahora es imposible encontrar una oficina sin ordenador.
Así que el problema no son las herramientas, sino nuestra forma de pensar sobre ellas. Una forma de ver las cosas es no ver estas nuevas funciones como un cambio, sino como una evolución. Hay que aceptar los cambios del sector, vivir con ellos y aprovechar las oportunidades que nos brindan.
Falta de tiempo para replantear los procesos
Las jornadas laborales de los fabricantes son largas. Gestionar una planta o plantas y sus equipos requiere mucho trabajo diario.
Implantar un nuevo programa informático exige revisar a fondo los procesos actuales. No se piensa necesariamente en este trabajo cuando se tiene la "cabeza en el manillar".
Al igual que los deportistas se toman el tiempo necesario para estudiar y analizar sus últimas actuaciones, los industriales deberían examinar sus procesos para darse cuenta de todo el potencial de desarrollo que aún se les puede añadir.
No hay mejor momento para hacerlo, ya que la industria del envasado está experimentando una profunda transformación en consonancia con los cambios en la forma de hacer negocios.
Hoy en día, las marcas tienen que adaptarse a la presión de la competencia, a las nuevas expectativas del mercado y a la proliferación de acontecimientos comerciales destacados (Black Friday, French Days, ventas y rebajas privadas, etc.). Por ello, buscan acortar el ciclo de los nuevos proyectos reduciendo el tiempo entre el diseño del envase y su llegada al consumidor.
Como consecuencia, los fabricantes producen cada vez más presupuestos para cantidades cada vez más pequeñas.
Estas transformaciones requieren herramientas de flujo de trabajo más eficaces para adaptarse de forma óptima.
Por eso es importante dedicar un tiempo a reflexionar sobre estos procesos. ¿Es posible optimizarlos? ¿Cómo? ¿Con qué herramientas?
Cuanto antes lo hagas, antes te darás cuenta de que tienes la oportunidad de ahorrar/ganar mucho dinero perfeccionándolas.
Prefieren invertir en innovación productiva
Es importante contar con máquinas buenas, fiables y de alto rendimiento. Sin embargo, de nada sirve invertir en una máquina ultrarrápida si el resto del proceso no puede seguirle el ritmo.
La mayoría de los clientes no están interesados en nuevos métodos de producción. Simplemente quieren sentirse valorados y recibir sus productos en las condiciones que esperan: a tiempo, a buen precio y con un buen nivel de acabado.
Por lo tanto, en ningún caso debe descuidar las relaciones con los clientes. Como sabe, captar a un cliente cuesta tres veces más que retenerlo, y recuperarlo cuesta 12 veces más. Y lo que es más importante, el 75% de las experiencias negativas de los clientes no tienen nada que ver con el producto.
Digitalizar sus procesos le ayuda a reforzar las relaciones con sus clientes: al comprender mejor sus necesidades, entregar presupuestos más rápidamente y tener un seguimiento más estructurado, puede ofrecer a sus clientes un servicio realmente diferenciador. Al centralizar y automatizar todos sus procesos, puede evitar los errores humanos que pueden hacerle quedar mal ante sus clientes.
Empleados contrarios a las nuevas tecnologías
Muchas personas tienen una visión sesgada de las nuevas tecnologías. Muchos creen que los robots acabarán robándoles el trabajo, que las nuevas tecnologías son demasiado complejas y que son una moda de la dirección. Por el contrario, les permiten concentrarse en su actividad principal.
Al igual que el corrector ortográfico, las nuevas tecnologías pueden simplificar tus tareas, por ejemplo facilitando la corrección y revisión de tus textos. Sin embargo, como esta tarea requiere que pienses de forma crítica y/o creativa, siempre necesitarás a una persona competente que compruebe que la sintaxis es correcta, que el texto es comprensible, etc. y que lo corrija si es necesario.
Hacen menos arduas las tareas repetitivas que consumen mucho tiempo, dejando a los equipos más tiempo para centrarse en las tareas importantes: las que no puede gestionar el software porque requieren conocimientos empresariales reales.
En nuestro sector, un fabricante-vendedor pasa la mayor parte del día elaborando presupuestos. Una tarea repetitiva con escasa realización intelectual. Podrían dejar que un programa informático como HIPE se ocupara de ellos y concentrarse en las solicitudes más técnicas e innovadoras, es decir, en los proyectos que realmente aportan valor añadido.
Es difícil imaginar que un fabricante de diseños dedique tanto tiempo a un pedido de 100.000 piezas para un cliente clave como a un pedido pequeño, poco definido y cambiante para un cliente que sólo hace este pedido al año.
Debe hacer comprender a sus empleados que las nuevas tecnologías están ahí para ayudarles. Una vez implantadas, se darán cuenta del tiempo que estas herramientas les ahorran en el día a día, y te lo agradecerán.
No esperes más
En la actualidad, el sector de los envases se muestra, cuando menos, cauto ante la transformación digital. Sin embargo, está claro que sus actores pronto tendrán que ponerse al día. En pocos años, la industria de la impresión se ha visto completamente transformada por la digitalización, con la llegada de nuevos actores al mercado que han "trastornado" por completo un sector que los impresores consideraban estático. Este cambio de paradigma se producirá tarde o temprano en la industria del envasado.
Heidelberg, por ejemplo, acaba de lanzar Zaikio, una App Store con las mejores aplicaciones para impresores y fabricantes de todo el mundo.
La realidad es que la tecnología digital ha aumentado la velocidad a la que funciona el mundo empresarial. Negarse obstinadamente a adoptar nuevos sistemas le situará por detrás de sus competidores.
Nadie es inmune, basta con mirar de nuevo a las empresas de impresión que pensaban que eran inmunes, pero que fueron engullidas por la llegada de Web-to-Print. Así que adelántese a los acontecimientos, asuma el riesgo que no es tal y vaya un paso por delante de sus competidores.
En Packitoo, nos apasiona el tema y si desea continuar la conversación y descubrir cómo HIPE podría ayudarle a modernizar sus procesos :